Voluntarios

El programa de voluntariado de la Fundación Páportí busca intercambiar experiencias entre los voluntarios, los niños, niñas y jóvenes, sus familias y la comunidad. De igual manera buscar promover las oportunidades de interculturalidad, con el propósito de afianzar relaciones interpersonales, y que tanto los voluntarios como niños, niñas y jóvenes de la Fundación Páportí tengan un crecimiento personal, espiritual y de aprendizaje.

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Voluntarios

¿Qué es el voluntariado?

El voluntariado es un trabajo gratuito y solidario que realizas para beneficiar una comunidad de manera desinteresada, sin esperar nada a cambio.

¿Por qué es importante hacer el voluntariado?

Es un camino para ejercer la solidaridad y responder al deseo de ayudar a los demás, generando bienestar y mejoras en la calidad de vida de la comunidad.
La decisión de hacerse voluntario es un compromiso con la Fundación, con los beneficiados y con el voluntario mismo para lograr un aporte al desarrollo espiritual, material y la educación de la población.
El voluntario puede transformar el ritmo y la naturaleza del desarrollo y beneficia tanto al conjunto de la sociedad como a los voluntarios.
El trabajo como voluntario brinda la oportunidad de generar cambios favorables y tener un impacto positivo en la vida de las personas.
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Se un voluntario

Todo lo que los niños necesitan es un poco de ayuda, un poco de esperanza y alguien que crea en ellos

Unete

Algunos de nuestros voluntarios

Carlos

Mi misión es HACER GRANDE Y FAMOSO EL NOMBRE DE JESUS, que nuestros niños vivan el reino de los cielos aquí en la tierra y puedan tener la certeza de que su Papá Dios esta con ellos cada día,

Claudia

El ser parte de Páportí es tener el privilegio de servir y ser parte del cambio que necesita nuestra niñez y nuestro país. Durante estos 8 años he aprendido que con poco se puede hacer mucho, por otros, esto lo compruebo en cada sonrisa y abrazo de los niños y en el progreso que ellos han tenido hacia el alcance de sus metas.

Karol

Mi nombre es Karol Andrea Fernández, tengo 25 años, y desde la edad de 19 años me siento comprometida con trabajar por la niñez, cuando conocí la fundación Funasa encontré un espacio donde los niños pueden sentirse amados y motivados a crecer

Tatiana

Estar en Páportí es poder ser los brazos de Dios extendidos para cada uno de los niños, verlos crecer, ver que Dios actúa en ellos de maneras inexplicables, vivir el hecho de ir a dar pero recibir más de lo esperabas, ver vidas cambiadas, volver a ser niño, sentir que Dios está ahí y está dando propósito no sólo a los niños sino a nosotros como voluntarios.

Orlando

Antes de ser voluntario, pensé que servía. Pero en la Fundación el Señor a través de los niños me mostró mi propósito de vida. Me enseñaron a cambiar mis prioridades, pensamientos y a dar con amor, sin recibir nada a cambio. Han transformado mi vida al permitirme cambiar la de ellos